por karim el Lun Ago 18, 2008 22:59
DORMIDO
De madrugada,
cuando al fin la ciudad quedó callada,
quise por esta vez no levantarme.
Me pareció mejor que la cortina
que finge el horizonte de tu alcoba,
posara en la ventana su tejido
traslúcido y el haz de una farola,
prestara tenue luz a tu silueta
donde tibia reside una amapola.
Decidí que es mejor soñar contigo,
Tendida verbo y piel sobre la alfombra,
mientras la lejanía y la vergüenza
que a veces te encadenan y te arropan,
humildes se arrodillan ante el sueño
entregándote a mí, desnuda y sola.
Y me quedé dormido nuevamente,
sobre el perfil etéreo de tu sombra
que llegó marinera hasta mi pieza,
silbando una perdida barcarola
con un dulce murmullo entre los labios,
como el azul susurro de una ola
que pasa remedando la caricia,
que deja sobre el mar una gaviota.
Afuera, la ciudad que contamina
el aire y el color de la corola,
los ríos, y las flores de los parques
y el verde colorido de su estola,
demuestran su estupor ante la magia,
del sueño que en mi noche se interpola
donde tu cuerpo tibio se trasiega,
en la copa de amor que me acrisola.
Decidí que es mejor soñar contigo,
tallada en una nube de escayola
y dejar mi silencio coronado,
con el dorado beso de tu aureola.
KARIM
No hay comentarios:
Publicar un comentario