jueves, 26 de febrero de 2009

NO TE VAYAS DEL TODO




NO TE VAYAS DEL TODO

Déjame antes de irte a nueva tierra,
el verde inhabitado de tu selva,
tu cornalina oscura,
tu modelable greda,
para reconstruirte en mis insomnios,
cuando la musa que fue luz, se muera.

Deja en la plenitud que el cielo argenta,
el acimut divino de tu estela,
pero también tu piel,
tus muslos, tus caricias,
la flor de tus pezones y tu lengua.

No te vayas del todo,
deja un beso dormir sobre mi arena,
para que al despertar, en la mañana,
las gélidas astillas de mi pena,
clavadas en tu ausencia y congeladas,
se entibien en tus médanos de felpa.

KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
Copyright ©

sábado, 14 de febrero de 2009

SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL AFILIADA A LA UNIÓN HISPANOAMERICANA DE ESCRITORES Y A POETAS DEL MUNDO





POEMA D. CONCURSO ANDRÉS ELOY BLANCO

¡ELLA NO!

AUTOR: JUAN CARLOS HIDALGO

¡ELLA NO!


La miro y me parece hecha de porcelana
como una delicada muñeca de Lladró,
pero al tocarla pienso: La porcelana es dura
y sus ojos pintados no reflejan ternura,
es rígida y sin vida, es fría ¡Y ella no!

Y a veces me pregunto si es un hada del sueño
que despertó en la noche y al alba se durmió,
pero el sueño no existe más que en el pensamiento,
que dura lo que dura solamente un momento
y el pensamiento pronto se olvida ¡Y ella no!

Y así pensando quiero descubrir quién es ella,
saber por qué me ama y por qué la amo yo;
entonces me pregunto ¿Será mi alma gemela
de la cual sólo veo una onírica estela?
pero el alma está fuera del mundo ¡Y ella no!

Ella es como la blanca y perfumada rosa
que sembrada en mi patio sus pétalos abrió,
esa que a mi caricia pagó con una herida,
pensé entonces: La rosa tan bella y colorida
está llena espinas que hieren ¡Y ella no!

Ella guarda el secreto sabiendo que procuro
develar el misterio con que Dios la vistió
y aunque no me lo diga, es tan mía y tan bella,
que ha dejado en mi alma una indeleble huella
que no puede borrarse sin que me muera yo.

¿Será entonces un ave, una nube, una estrella?
¿Será una gota de agua que en mi pecho cayó?
pero las aves vuelan hacia el sur en invierno,
porque ese es su destino y el destino es eterno...
Las aves y las aguas se marchan ¡Y ella no!

KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
Copyright ©

SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL AFILIADA A LA UNIÓN HISPANOAMERICANA DE ESCRITORES Y A POETAS DEL MUNDO




POEMA Nº 8. CONCURSO ANDRÉS ELOY BLANCO

NO TE VAYAS DEL TODO

AUTOR: JUAN CARLOS HIDALGO



Déjame antes de irte a nueva tierra,
el verde inhabitado de tu selva,
tu cornalina oscura,
tu modelable greda,
para reconstruirte en mis insomnios,
cuando la musa que fue luz, se muera.

Deja en la plenitud que el cielo argenta,
el acimut divino de tu estela,
pero también tu piel,
tus muslos, tus caricias,
la flor de tus pezones y tu lengua.

No te vayas del todo,
deja un beso dormir sobre mi arena,
para que al despertar, en la mañana,
las gélidas astillas de mi pena,
clavadas en tu ausencia y congeladas,
se entibien en tus médanos de felpa.

KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
Copyright ©

viernes, 13 de febrero de 2009

MADRE




MADRE

Hoy no te he visto, madre,

tampoco ayer, ni te veré mañana,

y para que mentir, hace veinte años,

tu rostro se borró de mi ventana.



No sé decir, si cuando me esperabas,

cuando en tu frente aún no pintaban canas,

pudiste imaginar, que andando el tiempo,

el hijo que pariste se marchara,

cubriendo con la hiedra de los años,

el blanco paredón de nuestra casa.



Hoy no te he visto madre,

pero sé que tus horas aún me guardan,

en cada contracción, que de tu cuerpo,

al tiempo de nacer me separaban.



Y como el tiempo sigue sin retorno,

y como en su girar, todo se paga,

y como es una ley de la existencia,

equilibrar el fiel de la balanza...

Mi pelo que era negro, pinta canas,

mis hijos han crecido, y ya se marchan.


KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
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LLANURA



LLANURA

Llanura de blanca luna,
dibuja sobre su frente
tu magia fosforescente
que alumbra como ninguna,
llanura de luna blanca,
llanura de noche bruna
donde tu espejo se acuna
y entre el follaje se estanca.

Llanura de mi esperanza
bañada por las estrellas
si sus ojos son como ellas
este verso no me alcanza
ni las palabras más bellas,
ni la luz de las centellas
para cantar su alabanza.

Llanura dame el camino
donde camina mi amada
que en tu noche iluminada
yo sembraré mi destino
en el manantial divino
que brota de su enramada.

Llanura dime el secreto
que tienen sus labios rojos
que despiertan mis antojos
con ese calor discreto
que forma hoguera en mis ojos.

Dame el agua de tu río
para bañar su blancura
y dime que no es locura
soñar que su amor es mío.

Llanura dame una poca
de la savia que se anida
en la mata de su boca.

Llanura de luna bella
llanura de blanca luna...

No puedo vivir sin ella.

KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
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EN LA ROCA




EN LA ROCA

Jardín de las delicias, de sílfides y malvas,
floreces cuando sueñas, recostada en la roca
de las mareas altas.

Y el sueño donde siembras claveles y montañas,
restaura el paraíso y el Eufrates y el Trigris
de nuevo se engalanan.

Descubres a mis ojos, que en tu silueta vagan,
las hondas claridades que el día difumina,
cuando despierta el alba.

Así te veo siempre, dormida en la mañana
y antes que rompa el día vestido de escarlata,
desnudo me sumerjo, desnudo y sin palabras,
en la incorpórea fuente donde el amor se baña.

Entonces, sólo entonces, cuando las blancas flores
se postran de rodillas, sabiéndote más blanca,
me acerco descubriendo las sábanas de plata,
que arropan la tersura de tus valles de nácar.

Y al verte así dormida, mi alma enamorada
descubre que es más fuerte, que el fuego de mi fragua,
más tibio que el deseo, más mío que mi alma,
más cierto que la muerte, más grande que la nada,
ese jardín de perlas y sueños en tu almohada.

Y entonces un suspiro, que alguna diosa exhala,
susurra en mis oídos diciendo sin palabras:
La rosa de los sueños se marchita al tocarla…
Deja, deja que duerma
recostada en la roca de las mareas altas,
que dormida es más bella y es cuando más te ama.

KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
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SEÑORA





SEÑORA


Quien no me quiso ayer, me quiere ahora,

cuando al verme feliz en otros brazos,

canta mi corazón y su alma llora,

con un llanto de sal, que triste implora,

un poco del amor que hizo pedazos.


Usted, que sin piedad rompió los lazos,

sintiéndose verdugo y vengadora,

usted quiere zurcir en los retazos,

la seda juvenil de unos abrazos,

que rasgaron mi piel por su demora.


Yo nada puedo hacer se lo aseguro

si llora usted, yo vivo, amo y canto,

lo triste de su adiós, si bien fue duro,

tapiado se quedó detrás de un muro

y su esperanza -en él- muere de espanto.


Pero mi corazón, sepa señora,

el que usted vio apagarse en el quebranto,

renació en el amor que hoy atesora,

pues si la quiso a usted, a ella...La adora

y usted me ama, lo sé... pero no tanto.


Que sea suficiente con decirle,

que aunque no le importó que yo sufriera,

no puedo, nada más que bendecirle,

pues me orilló a lograr lo inmarcesible,

de una mujer honesta y verdadera.


Es triste y me conduelo por su suerte,

pero me hizo un favor al despreciarme,

porque mi corazón, frío e inerte,

buscó un sueño de amor que lo despierte

y él se encarnó en mujer, para encontrarme.


Ya ve que el mundo gira y en la esquina,

quien transita veloz, pisando fuerte,

transforma en un puñal su propia espina,

pues quien siembra dolor siempre termina,

cosechando dolor hasta la muerte.


KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
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NO QUIERO MÁS MUJER





NO QUIERO MÁS MUJER

Noche de amor y perfumada luna…
no quiero más mujer, ni acepto menos,
turgente roce tibio de tus senos
y un tenue atisbo de tu tez moruna.

Toda pasión distinta me importuna,
toda ajena razón me pone frenos,
mis labios de tus besos están llenos
y doy gracias a Dios por mi fortuna.

Cual copa de licor libar pudiera,
que de efectos tan dulces y serenos,
escanciara al beber mis desenfrenos

y en tu tímida piel de adormidera,
embriagado de amor me descubriera
que no por más desear, te amara menos.



KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
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martes, 10 de febrero de 2009

HASTA LA MUERTE



AMAR A CONTRATIEMPO



HASTA LA MUERTE

Por fin estás aquí, y era justicia
que se alterara el rumbo de mi suerte,
porque al llegar, la vida que se inicia
al roce de una cálida caricia,
podrá llamarse vida hasta la muerte.

Y es que después de haber andado tanto,
las calles donde andabas también tú
son calles de dolor y desencanto,
que hoy sólo guardan sal de nuestro llanto
que se evapora al cielo cual grisú.

No quiero preguntar qué te condujo
a deslastrar mi fe de su flaqueza,
porque sé que al compás del mismo influjo
fue el ansia del amor que nos sedujo,
cambiando en plenitud nuestra tristeza.

Hoy dos años después de nuestro encuentro,
no he de negar la mágica verdad:
Que inevitablemente eres el centro
del inefable amor que llevo dentro,
más allá del silencio y de la edad.

No fue tu juventud ni mi lujuria,
ni fue tu soledad o mi deseo
que guardado en mi piel media centuria,
cambió la aguda espina de su furia
por el divino lazo de himeneo.

Y es cierto, porque ya lo has comprobado,
que el tedio que hasta ayer tejio el dolor,
ha muerto y al morir se ha transformado
en lo que tú anhelaste y yo he soñado,
para fundar la fe de nuestro amor.

Tampoco soy quizás quien más se ajusta
al ideal del hombre que esperabas,
pero la vida a veces tan injusta,
siempre detrás del golpe de su fusta
te reserva el destino que buscabas.

Y no hace falta odiar, no es necesario,
a quienes no merecen el perdón,
pues cada quien hilando va el sudario,
que habrá de usar al fin del inventario
para enterrar su propio corazón.

Te doy pues lo que soy en esta hora
tardía de ilusión mas, por ventura,
el alma que sufrió por la demora
supo encontrar en ti su redentora
para surgir más fuerte y más madura.

Y aunque no he de ofrecerte un tiempo largo
marchitada en mi piel la juventud,
mi amor que despertó de su letargo,
vivió y sufrió por otra y sin embargo
es sólo para ti en su plenitud.


KARIM
Juan Carlos Hidalgo Antigoni
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NO TE VAYAS DEL TODO





NO TE VAYAS DEL TODO

Déjame antes de irte a nueva tierra,
el verde inhabitado de tu selva,
tu cornalina oscura,
tu modelable greda,
para reconstruirte en mis insomnios,
cuando la musa que fue luz, se muera.

Deja en la plenitud que el cielo argenta,
el acimut divino de tu estela,
pero también tu piel,
tus muslos, tus caricias,
la flor de tus pezones y tu lengua.

No te vayas del todo,
deja un beso dormir sobre mi arena,
para que al despertar, en la mañana,
las gélidas astillas de mi pena,
clavadas en tu ausencia y congeladas,
se entibien en tus médanos de felpa.



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KARIM

DORMIDO



por karim el Lun Ago 18, 2008 22:59

DORMIDO

De madrugada,
cuando al fin la ciudad quedó callada,
quise por esta vez no levantarme.

Me pareció mejor que la cortina
que finge el horizonte de tu alcoba,
posara en la ventana su tejido
traslúcido y el haz de una farola,
prestara tenue luz a tu silueta
donde tibia reside una amapola.

Decidí que es mejor soñar contigo,
Tendida verbo y piel sobre la alfombra,
mientras la lejanía y la vergüenza
que a veces te encadenan y te arropan,
humildes se arrodillan ante el sueño
entregándote a mí, desnuda y sola.

Y me quedé dormido nuevamente,
sobre el perfil etéreo de tu sombra
que llegó marinera hasta mi pieza,
silbando una perdida barcarola
con un dulce murmullo entre los labios,
como el azul susurro de una ola
que pasa remedando la caricia,
que deja sobre el mar una gaviota.

Afuera, la ciudad que contamina
el aire y el color de la corola,
los ríos, y las flores de los parques
y el verde colorido de su estola,
demuestran su estupor ante la magia,
del sueño que en mi noche se interpola
donde tu cuerpo tibio se trasiega,
en la copa de amor que me acrisola.

Decidí que es mejor soñar contigo,
tallada en una nube de escayola
y dejar mi silencio coronado,
con el dorado beso de tu aureola.

KARIM

EL DESEO




EL DESEO

Si en el húmedo beso de tu boca,
encuentra el alma corporal recinto,
no es mejor, ni es más cierto, ni es distinto,
el beso al labio, que otro labio toca.

Porque el cuerpo del alma no disloca
la divina unidad, ni el laberinto
donde crece el deseo y el instinto,
oculta al cuerpo lo sutil que evoca.

¿Quién podría juzgar de mi deseo,
la razón inefable que lo orilla
a endiosar la sustancia de tu arcilla?

Hay detrás de esa piel, donde te veo,
una chispa divina de Himeneo...
¿Quien podría negar tal maravilla?

KARIM

MIL AMORES





por karim el Lun Ago 18, 2008 22:42

MIL AMORES

Yo se que hay mil historias, millones... ¡Incontables!
de amores florecidos y amores inefables,

que perviven escritos con belleza sin par,
enseñándonos tanto sobre el arte de amar...

Porque amar es un arte que se aprende en la vida,
aunque a veces a fuerza de dolor se te olvida,

pero a pesar de todo sobrevive en la espina,
donde aún es la rosa la adorable inquilina.

Poco debe importarnos el amor de los otros,
mientras no comprendamos el que vive en nosotros,

porque nos alimenta, nos motiva y nos mueve,
así como la lluvia, que solamente llueve

sobre nuestra existencia, mojándonos la piel,
pues cuando llueve en otro... ¡Ya es la lluvia de aquel!

Y aunque es la misma lluvia y aunque es el mismo amor,
son nuestros cuando calan nuestro ser interior.

¿Como saber entonces si es del todo distinto,
el amor de nosotros o es tan sólo un instinto

que en tu naturaleza, como en toda la gente,
fluye como dos gotas de la misma corriente?

¿Es la ilusión la forma de alguna sutileza,
con la que se disfraza nuestra naturaleza?

Yo te diré si quieres escuchar mi razón,
la forma en que te ama mi humilde corazón.

Hay amores alegres como los hay muy tristes,
tú en los alegres vives y en los demás no existes,

carnales son algunos, otros espirituales,
unos equitativos, otros ¡Tan desiguales!

Y muchos, casi todos son presa del hastío,
cuando apagado el fuego los avasalla el frío.

Pero ¿Te has dado cuenta que es nuestro amor sereno?
Es que así ¡Poco a poco! crece el amor más bueno.

Yo he visto en tu pupila como se mece el alma,
profunda y transparente como la mar en calma,

pero también te he dado tan ardorosamente,
mi sangre como un río, fluyendo en tu corriente,

y sin embargo sabes que no es sólo pasión,
que no es sólo deseo, por la misma razón

que descubro en tus labios no solamente el beso,
ni solamente el ansia ¡Mi amor es más que eso!

También debo decirte que de ti nada espero,
porque no espera nada quien se da por entero,

como no espera nada quien cultiva una flor,
pero recibe a cambio su perfume y color…

Y así pues soy el surco, cauce de agua y orilla,
y aunque no espere nada, si es tu amor la semilla,

yo seré buena tierra, para que la raíz
te sostenga en la fronda de una vida feliz.

Nada más, nada pido sino ver tu sonrisa,
jugueteando en mis ojos disfrazada de brisa,

y si un día te posas suavemente en mis ramas
y libremente dices que tú también me amas,

no hará falta decirte lo habrás descubierto,
que este amor es distinto creciendo a cielo abierto

y ese día en un beso finalmente sabrás,
que habiendo mil amores... ¡Yo puedo amarte más!


KARIM

domingo, 8 de febrero de 2009

DESTERRADO





DESTERRADO


Aquí distante de mi amada tierra,

paso mis días desterrado y solo

como un sobreviviente de la guerra,


y a solas, de mis sueños extrapolo

la lucha melancólica del inca,

y el ánima bucólica del cholo.





La noche de silencio que se afinca

sobre la ya lejana cordillera,

devela el sentimiento que se intrinca


cuando al partir, nos dice la frontera,

que un paso más allá no habrá retorno,

para el andar doliente del linyera.



¡Que triste se ve entonces el contorno!

Tan lúgubres las voces del futuro,

como las sepulturas sin adorno


que al soplo del invierno frío y duro,

apenas mal cobijan esos huesos

que yacen olvidados en lo oscuro.



Y aquellos que murieron inconfesos

ante la mano fiera del tirano,

hoy turban la razón de los que ilesos


dejamos muy atrás el meridiano,

buscando en la distancia una respuesta

que nunca conseguimos del arcano.



¡Cuanta sangre febril brotó en la apuesta!

¿Cuánto sufrió la gente? Mucho ¡Mucho!

porque tras la opresión, como respuesta


el recio campesino larguirucho,

gritando rebelión se alzó en batalla,

desde la fría pampa de Ayacucho.



Sabiendo vislumbrar lo que se calla,

el pobre, aun con ser analfabeto,

revira ante la infamia y se amuralla,


pues hambre no se sufre por decreto,

violencia no se impone por derecho,

ni el oro da licencia de alfabeto.



Dejamos un Perú triste y maltrecho,

ahíto en el ascenso y la caída,

del luto por aquel que puso el pecho,


dispuesto por la rabia contenida,

a matar o morir para ser libre

y no ser explotado de por vida.



A fe, no puede haber quien equilibre

razón, para el alzado y el guerrero;

igual es el dolor en su calibre


para el burgués, soberbio y altanero,

para el pueblo, que es cuna del soldado,

y para el despiadado guerrillero.



Por ya quinientos años despreciado

el indio, se hizo en armas, insurgente

en contra del patrón y el hacendado,


terciado de un rencor tan inclemente,

que no supo mirar del enemigo

la faz, sin embestir al inocente.



Allí, tanto estudiante fue testigo

del fuego y contrafuego fraticida,

que se sintió hermanado en el castigo


y fue también puntal de la embestida:

funesta reacción de los cautivos

ante aquella nación desprevenida.



Hoy somos más que ausentes fugitivos,

culpables, como mandos encubiertos

que aun, sin manejar los explosivos,


tornamos a los hombres inexpertos,

en fieras anhelantes de venganza

y al mundo los horrores descubiertos

quedaron y al final en la balanza,

nosotros, sin morir ¡Estamos muertos!


Juan Carlos Hidalgo Antigoni


KARIM